La noche más larga del año marca el retorno del Sol y el alargamiento de los días, una época de introspección y celebración de la resistencia y los poderes de la esperanza.
El Solsticio de Invierno es una época para reunirnos con amigos, familia y vecinos para compartir la abundancia almacenada de la cosecha anterior y prepararnos para el largo invierno que se avecina. Este sabbat es una afirmación de la esperanza.
Yule es una fiesta escandinava y germánica que marca las vacaciones del invierno. Decorar árboles, cantar canciones y contar historias, las bebidas y las ramas de pino sagradas, todo ello tiene su origen en el Solsticio de Invierno pagano y las prácticas de Yule. Los venados y su asociación con el Dios Enastado Cernunnos también han sobrevivido en las celebraciones modernas. Los antiguos druidas cosechaban muérdago de los Robles Sagrados para colgarlo en la entrada a las casas y así recibir las bendiciones de las arboledas sagradas y tener buena suerte.
En el Solsticio de Invierno, el tronco de Yule es encendido, el muérdago es cosechado y colgado, las hogueras arden, se realizan festejos y se comparten objetos hechos a mano para celebrar el tránsito de la noche más larga y el retorno del poder del Sol.